Quiénes Fuimos
La Orquesta de Cámara Chamartín nació en septiembre de 1993 con dos objetivos claros: convertirse en la primera orquesta privada en España y servir de plataforma formativa para las nuevas generaciones de músicos. Integrada por jóvenes estudiantes y recién titulados, fue dirigida desde sus inicios por un entonces joven Pascual Osa, que todavía se encontraba en plena formación en dirección.
El 26 de septiembre de 1993 ofreció su primer concierto en el Centro Cultural Nicolás Salmerón de Madrid, logrando un gran éxito gracias al entusiasmo del público y al alto nivel interpretativo mostrado por la agrupación. El broche de oro de aquella primera temporada llegó con el concierto de su primer aniversario, celebrado ante 2.500 personas en la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional de Música de Madrid, donde debutó ya como orquesta sinfónica y junto al Coro Nacional de España.
En 1995, la recién constituida Asociación Cultural Orquesta Sinfónica Chamartín (ACOSC) vivió un momento de consolidación al transformar el proyecto inicial de orquesta de cámara en una gran orquesta sinfónica: la actual Orquesta Sinfónica Chamartín (FOSC). Desde entonces, la formación emprendió un camino ascendente con hitos destacados como sus conciertos en el Auditorio Nacional de Música —entre ellos el conmemorativo del 50o aniversario de las Naciones Unidas— y en el prestigioso Auditorio Rudolfinum de Praga. También brilló con proyectos singulares como la interpretación de La historia del soldado de Stravinsky por el Grupo Musical Cámara XXI, que obtuvo gran reconocimiento en los medios.
La ACOSC, además, tuvo siempre entre sus fines el fomento de la creación musical contemporánea, estrenando obras de autores como J.V. Egea (Poema Sanférmico), J. Mengod (Fantasía Aragonesa), J. Iturralde o P. Celdrán. Al mismo tiempo, abrió nuevas vías de difusión cultural incorporando géneros menos habituales en la época, como el jazz, con propuestas que ayudaron a acercar esta música a un público más amplio.
El esfuerzo constante por la difusión cultural, la formación y la innovación permitió a la asociación y a la orquesta afianzar su proyección y obtener una destacada presencia en los medios de comunicación. Con estos logros, la Orquesta Sinfónica Chamartín se consolidó desde sus primeros años como un proyecto cultural innovador, plural y abierto a todos los públicos.
La historia de la FOSC no se limita a los conciertos: a lo largo de los años hemos impulsado proyectos que reflejan nuestra vocación cultural, educativa y creativa.
En 2004 pusimos en marcha un estudio de grabación y sello discográfico, con el que se editaron trabajos como Gospel and Swing, Navidad Galáctica, El Sonido de las Américas o la Novena de Beethoven, además de realizar grabaciones on location en espacios emblemáticos como el Auditorio Nacional y el Teatro Monumental.
Nuestra faceta editorial se completó con la revista Pizzicato y publicaciones didácticas como Las pequeñas crónicas o Ixiones mágicos círculos, vinculadas a los campamentos musicales de verano en Sigüenza y León. De este espíritu cercano y lúdico nacieron también las mascotas Pepatona y el Fosquito.
En 2015 abrimos El Rincón de la FOSC, una tienda musical en Madrid que ofrecía instrumentos, partituras, merchandising y grabaciones propias, convirtiéndose en un punto de encuentro para músicos y aficionados.
La FOSC participó además activamente en el tejido cultural de Madrid, con presencia en fiestas populares, festivales y celebraciones como el 50o aniversario del Parque Berlín, y promovió la creación contemporánea con el Concurso Internacional de Composición Antón García Abril (2011–2013), que dio voz a jóvenes compositores en España y en Europa.
Todos estos proyectos forman parte de la memoria viva de lo que fuimos: una entidad que siempre quiso que la música traspasara escenarios para convertirse en experiencia, aprendizaje y comunidad.